sábado, 15 de mayo de 2010
Volvimos a festejar
Muchos pensarán que este blog se ha convertido en un espacio exitista. Este humilde cronista quiere desmentir semejante aberración que parece no tener más sustento que la credibilidad de su pluma. Por eso, desde estas líneas debemos aclarar que el blog atómico no se ha actualizado últimamente sólo por falta de tiempo y no de resultados.
Es cierto que justo vuelve con una victoria, pero eso es producto de la mera casualidad y de una novia enferma que canceló los planes del sábado a la noche.
Por eso hay que recordarle a nuestros queridos lectores, que A darle Átomos volvió a ganar y suma dos victorias con igual cantidad de empates y derrotas. Lo que se dice un torneo regular. Y más que por lo parejo, por el juego. Jugamos regular. No obstante, la victoria de esta tarde llevó a acomodarnos nuevamente en la tabla de posiciones y con 8 puntos obtenidos el objetivo pasó a ser el de entrar al cuadrangular por el segundo ascenso. Sinceramente la felicidad es doble porque hoy se ganó y, “oh casualidad” diría mi abuela con los ojos bien abiertos y con tono irónico, se disfrutó el partido. Claro que se hubiese disfrutado mucho más si Leandro mandaba la pelota al lateral en el gol de ellos en vez de irse él mismo, como colectivo lleno y sin pelota, hasta la línea de cal.
Pero cuando eso ocurrió promediaba el segundo tiempo y el Rayo ganaba 2 a 0 con golazos de “El Nene” Matas y “CórdoVa”. El primero, tras presión de Martín Spataro que obligó al defensor a perder la pelota, con una exquisita vaselina de zurda y de afuera del área que pegó en el travesaño y entro (si no es con suspenso no vale). La otra, con una asistencia de “tomá y hacelo” para que el hombre de la provincia mediterránea definiera de cabeza solo frente a la red.
A darle Átomos jugó bien, tuvo llegadas y justificó la victoria, pese a que en el segundo tiempo apostó a la contra y perdió tan solo un poquito de protagonismo. Volvió Facu y es una buena noticia. Se lesionó Lucho y no fue una buena novedad (mucho menos que aún no haya ido al médico). El equipo tuvo suplentes y se notó en el ingreso de ellos, el cambio de aire que tuvo el equipo. Luquitas Matas fue imparable, Maxi Diácono incansable por el andarivel derecho y Spataro, siendo delantero, uno de los mayores recuperadores de la pelota. El doble cinco funcionó muy bien, sea quienes fueran sus intérpretes.
Átomos volvió a la victoria, recuperó confianza y quiere seguir haciendo historia. No había retrocedido, estaba tomando carrera. Que el impulso dure hasta el final del campeonato.
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