martes, 13 de julio de 2010

El mejor partido del semestre



No vaya a creer que el título de esta crónica se debe a la segunda victoria al hilo. Mucho menos piense que es debido al cierre de un torneo que le dio a A Darle Átomos el 50% de los puntos en disputa. Muchísimo menos es porque logramos la “hazaña” de no terminar con diferencia negativa por primera vez en la historia (por como venía la mano parecía que era inevitable). No, no, nada de eso. La victoria 4 a 2 sobre los niños de la Goethe no fue una actuación deslumbrante de los dirigidos por Carlos García (si con ese apellido no festejaste el Mundial de España…) aunque sí, el Rayo fue superior al por donde se lo mire inferior rival y ganó con justicia.
Juanma jugó como para extrañarlo más de lo que ya lo íbamos a extrañar. Metió dos goles, manejó los hilos del partido, agregó una exquisita asistencia de gol a su repertorio y fue reemplazado en el segundo tiempo para la ovación del (no) público. Entonces ¿qué es lo llamativo del partido pasado para que lo convierta en lo mejor del semestre?
Muy fácil. El regreso de El Cruncho de la gente a las canchas. Uno de los soldados que se lastimó defendiendo los colores del Rayo, encima los colores originales. Cruncho volvió de una lesión y jugó los últimos diez minutos. Lo hizo en buen nivel, peleando la bocha como si esa rodilla estuviese intacta y yendo al frente como un toro. Le faltó la vincha roja que dejó en la mochila para volver a ser exactamente el mismo de antes. En cada incursión suya al área se sentía un aire de ilusión por ese gol que no llegó. Es que todos moríamos porque convirtiera e ir a abrazarlo. Pero es mucho pedir para muy poco tiempo. El Cruncho las peleó todas arriba, aguantó la bocha y lo más importante, volvió a jugar al fútbol en Átomos. Tranquilos, vayamos despacio. De a poquito va a ir volviendo, pero el verlo a punto de entrar, con esos saltitos ansiosos que da el suplente antes de su ingreso, a mí, me emocionó muchísimo. Y si a todo esto le agregamos que lo ocurrido fue con la camiseta más hermosa del Rayo, la única, la original, la que nos prohíben usar, todo ese momento fue mágico, único e irrepetible.
Y se lo debemos a Sergio en primera instancia. A Carlos y a Cruncho, obviamente. Sergio estaba por volver a ingresar en esos diez minutos restantes pero agarró al DT y le pidió que hiciera ingresar a Cruncho, cediéndole su lugar. Con las ganas que tenemos todos de jugar, lo de Sergio fue para nombrarlo figura de la cancha (claro que tampoco había podido cambiarse los patines del primer tiempo :P).
Así es entonces, terminó el “torneo de transición”. Ya sabemos donde estamos. Ya conocemos a los nuevos integrantes de esta locura descomunal que es el Rayo Loco. Ahora empecemos a escalar posiciones, divisiones, tablas. Vayamos por la gloria. Ya lo dijo un gran filósofo argentino, héroe de mil batallas: “Sueña que puedes y podrás”, y si no, pregúntenle a Cruncho.