OBSESION

Martes 8.30. Subte Línea B. Un codazo en mi costilla me despierta. Casi sin abrir los ojos siento una voz que me dice: “Espero que el sábado estés más despierto. Tienen qué ganar”. Un hombre mayor sale caminando en la estación Uruguay. Me pregunto con quién jugábamos el sábado y porqué ese señor me había dicho eso. Llego a la oficina y enciendo la computadora. En la bandeja de entrada tengo cinco mails sin identificación con el asunto: “El sábado hay que ganar”.
Eran tres mails con videos. Con temor abro el primero y encuentro el gol de Guille en Polvorines. Ese día ganamos por 1 a 0 a Los Pibes del Lega. ¿Quién me habrá mandado esos videos? Me fijo el segundo. Ya no era tan feliz. Veo los 2 goles con los que empatamos y perdimos la chance de ascender. Voy por el tercero, y me encuentro con lluvia, más lluvia y, de repente, veo una camiseta número 5 que patea y hace un golazo. Ese recuerdo es imborrable. Adrián y su único gol atómico. Fue el día del 1 a 0 ya en el Metro A.
Miro el calendario y era martes 13. Vuelvo caminando a mi casa. Cansado de la jornada laboral, una chica con jumper rojo y un escudo atómico me para por la calle y me dice: “El sábado tienen que ganar. Vamos a vigilar al capitán para que no salga el viernes a la noche”. Me sorprendí.
Ese partido ya comenzaba a ser una obsesión. A las tres de la mañana me levanté sobresaltado. Soñé un gol de Juanma eludiendo a 10 rivales. Soñé que ganábamos.
Ese partido ya no era uno más. Átomos-Lega ya era un clásico.

2Lucas2