Hasta la Gloria no paramos

Señoras y señores, arrancó. Sí, sí, el torneo Clausura dio inicio y A darle átomos no quiere quedarse fuera de la lucha grande por ascender. Por eso, jugó concentrado, mordió en todos los sectores de la cancha, hizo correr la pelota y obtuvo un sólido y justo 2-0 en el marcador ante Mirmidones.
En la sede San Sebastián de lonchanpelota, en la cancha donde el torneo pasado se perdió 3-0, el equipo del Rayo tuvo una convincente actuación y consiguió los goles en cada uno de los tiempos. El primero fue obra de Facu luego de una jugada magistral con Fabi, con doble pared de por medio y una definición fuerte, al primer palo del arquero que nada pudo hacer. De esta manera, sin demasiadas llegadas de mucho riesgo (salvo el golazo que el árbitro le anuló a Fabi de afuera del área porque todos pedimos falta y no dejamos seguir la jugada) se fue el primer tiempo.
En el segundo todo cambió. Comenzaron las llegadas atómicas, una detrás de la otra y la única preocupación pasó a ser que el partido no se liquidaba. Martín tuvo apariciones auspiciosas en algunas distracciones defensivas que permitieron al uno del Rayo lucirse. Carlos movió el banco, hizo entrar a Santiago y El Nene se animó a jugar. Tanto que con un remate de 30 metros, convirtió el segundo por arriba del alto arquero rival. 2-0 abrazo, medalla y beso.
A partir de ahí, el partido ya dejó de ser emotivo y solo restaba, o que llegara el tercero atómico o que el árbitro lo diera por finalizado. En una contra rápida, Facu quedó mano a mano con el arquero que, fuera del área, paró su disparo con la mano y debió irse expulsado.
El partido terminó 2-0 y los atómicos se abrazaron. Saben que falta mucho, que este es recién el primer escalón. Que el torneo pasado también se comenzó con una victoria. Hay que estar concentrados, convencidos y con mucha confianza. Así, despacito. Partido tras partidos, tiempo tras tiempo, jugada tras jugada y minuto tras minuto. La ilusión comenzó y A darle Átomos se subió al tren para nunca más bajarse. Hasta la Gloria no paramos. Vayamos a darle átomos…