martes, 19 de octubre de 2010
En el camino
Un buen goleador tiene como principal virtud el optimismo. La tozudez para no bajar nunca los brazos y luchar hasta el final. Y Facu, que ya sabemos es un buen goleador, utilizó esa característica para marcar el gol de la victoria en el Rayo.
Ganamos 2 a 1 un partido de esos que te indican para qué estás. Llegamos a los 9 puntos y nos mantenemos ahí, expectantes de lo que pueda suceder en el torneo.
Pero volvamos a Facu. El delantero venía contrariado porque no le salían las cosas. Tuvo un par de situaciones las cuales una la desperdició y la otra obligó al arquero a sacar una de esas pelotas gana puntos. Pero no se encontraba en el partido. No se sentía cómodo. Así, cuando cualquier otro jugador se hubiese resignado a “una mala tarde”, el hombre de Villa del Parque fue al último centro del partido confiado en que sería su momento. El resultado ya todos lo conocen: Centro perfecto de Juampi al segundo palo y cabezazo goleador de Facu para poner el 2-1 y darle tres puntos vitales a A darle átomos en su lucha por ascender.
Claro que Facu no jugó solo. En la ofensiva, otra vez la carta más fuerte fue Luquitas, quien forzó el penal para que él mismo convirtiera el primer gol, y quien fue intratable para la defensa rival pese a ser marcado por dos o tres jugadores cada vez que agarraba la pelota.
Un buen equipo es aquel que no se desespera. Es el que no pierde la línea y mantiene una idea de juego. Un gran equipo es el que cuando no puede ganar, empata. Y si bien falta mucho para garantizar semejante circunstancia, A darle átomos va camino a eso. Porque el equipo cada vez juega más ordenado y cada vez es más sólido. Supo aguantar el mazazo del rápido empate (bien Martín por la bocha que sacaste abajo que sí fue ganapuntos) y, sin desordenarse ni impacientarse, aprovechó la ocasión que el rival le dio para llevarse los tres puntos que si no, en el peor de los casos, hubiese sido uno.
La cuenta pendiente es lograr que, como mínimo, en dos o tres de los seis partidos que quedan la valla quede en cero. Pero lo importante es ganar y que nos sintamos cómodos con el planteo y el juego. Cada uno es una pieza fundamental en el equipo, protagonista.
Átomos se bajó del tren de la primera fecha para ir más despacio. Pero sigue por el mismo camino. No tiene apuro. La primera parada será en “consolidar el equipo” y la segunda sí, es la que todos deseamos, “el ascenso”.
lunes, 4 de octubre de 2010
No debemos nada
Está bien, es cierto, perdimos dos al hilo y nadie escribió nada y justo cuando ganamos, “oh casualidad”, vuelve el blog. En realidad el blog siempre está, nunca se va, el problema es el humor (bastante bipolar por cierto) de quien escribe. Pero hoy es obligatoria la escritura. No solo por la victoria, sino también por el suceso que detallo a continuación.
La noticia del fin de semana fue justamente esa. A Darle Átomos dejó de deber plata de la inscripción. Sin el plantel estable todavía confirmado, la solidaridad se apoderó del equipo y cada uno puso un poco más para que el nombre del Rayo quede bien parado. Además saldó otra deuda: la que tenía con su orgullo, con su dignidad y decidió tener la mejor de las revanchas.
Hubo un partido, y hubo fútbol y apareció la goleada. Átomos ganó 6-1 en un partido que tuvo de todo. Gran nivel mostró el equipo del Rayo, pero también contó con la cuota de suerte necesaria y pasó sofocones durante una parte del primer tiempo.
Espectacular partido de El Nene Matas. Jugó e hizo jugar a todos. Tuvo calidad y despliegue y además gol. Lo mismo que muestra cada partido que juega, pero esta vez elevado a la enésima potencia. Encima Fabi, el del 0,001% de gol fue el mejor socio que encontró.
Estrenó botines Fabi (ver foto). Unos N_ _E hermosos y lo hizo de la mejor manera: con dos golazos. Dos de Matas, otros dos de Fabi, uno de Maxi Diácono y el restante de Facu. Lucho jugó en la única posición que le faltaba y es el más ladri, estem, perdón, el jugador que más posiciones ocupó en el equipo. Fue arquero, líbero, stopper, cinco, ocho, diez, delantero, suplente, técnico, organizador, recaudador. Y por lo visto no conformó en ningún lugar. ¡Fuerza, Lucho que nosotros te seguimos bancando! (sobre todo yo que con mi pifia y casi gol –Martín envidioso- me aseguré que fueras el más sólido de la defensa).
Átomos supo resolver un partido que de antemano se le presentaba complicado por la cantidad de ausentes que había entre lesionados y suspendido. Bien Lucas Martínez por la actitud de acompañar y alentar al equipo en todo momento y bien por A Darle Átomos, que se olvidó rápidamente de las dos derrotas consecutivas (tres contando el amistoso en El Poli) de la mejor manera que existe: goleando.
Ahora hay que olvidarse de este partido, recordar que el 3-5 puede repetirse en cualquier momento y jugar el que viene con las mismas ganas y compromiso. Con el mismo orgullo y sentimiento. El Rayo no se cansa de pelear y siempre va a buscar ganar. El Rayo somos nosotros, los jugadores y el técnico. Vamos por más. Vamos a darle átomos a quien se nos cruce en nuestro camino.
PD: Fabi muestra al artífice de tamaña obra de arte. Muestra el pincel con el cual dibujó esos dos golazos. ¡Que sigan los éxitos! Y que continúe engrosándose el promedio de gol.
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